Luego de que encontraran al funcionario judicial golpeado y encerrado en su despacho con toda la oficina revuelta, los investigadores detectaron que falta una pistola calibre .357 que había sido secuestrada en un operativo ordenado por el fiscal.
Días después de que encontraran al fiscal Fernando Cartasegna golpeado, atado y encerrado en su despacho, los investigadores que están a cargo de la causa detectaron que de la oficina del fiscal falta una pistola calibre .357 que había sido secuestrada la semana pasada en un operativo de rutina y estaba guardada en uno de los escritorios.
El secretario de la UFI, Leandro Milone ya dio aviso del faltante a la Fiscalía General y a los fiscales que intervienen en la investigación.
Según se supo, el arma pertenecía a un joven que fue interceptado mientras circulaba en una moto y ya había recuperado la libertad.