Entre las 8 y las 12 se recibieron numerosos aparatos y accesorios, tales como computadoras, teclados, impresoras, televisores, videocaseteras, microondas, planchas, celulares y baterías.
Desde el grupo de trabajo, encabezado por Ezequiel Valdunciel y Martín Gándara, se comentó que en primer lugar se intentará reparar algunos de los elementos para ser donados a instituciones de bien público.
Una de las posibles beneficiarias sería la Agencia para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (Adra), de la Iglesia Adventista, que se caracteriza por desarrollar una importante labor social en el sector oeste de nuestra ciudad, especialmente con su comedor. El resto se otorgará a una cooperativa de Buenos Aires, encargada del traslado, clasificación y recuperación de los plásticos y los metales para un nuevo uso y en desechar los materiales restantes.
«La idea es que estos artículos en desuso no queden en La Histórica», comentó Gándara para resaltar el amplio respaldo obtenido para este llamado -el segundo después del de los celulares-, por parte de la comunidad.
«El balance es súper exitoso. Es positivo que, de una vez por todas, tomemos conciencia de que al medio ambiente lo debemos cuidar y preservar entre todos», acotó el funcionario. Quienes por distintas causas no se hayan acercado hasta la plaza Ramírez, podrán hacerlo hasta los talleres municipales, situados en 9 del Oeste entre Artusi y Mitre -frente a la plaza Rocamora, en el barrio homónimo-, siendo el único requisito avisar en el caso de que el artefacto todavía funcione.