La alimentación es un aspecto central para que el cerebro funcione correctamente. Las vitaminas y proteínas, entre otros, mejoran la agilidad del cerebro y ayudan a conservar su salud. Es importante mantener el funcionamiento del cerebro activo. Este órgano consume gran parte de las calorías que se ingieren, a través de la actividad cerebral.
Arándanos
Los arándanos son ricos en polifenoles, vitamina K, C y fibra. Los ponifenoles son sustancias que se encuentran en los alimentos y que tienen una acción antioxidante. Estas sustancias ayudan a: mejorar la memoria, la capacidad de concentración, combatir la degeneración provocada por el estrés y eliminar las toxinas acumuladas en el cerebro.
Pescado
El pescado es rico en fósforo, un mineral que ayuda a fortalecer el cerebro y mejorar la memoria. Además, consumir pescado permite proteger la salud del corazón. El omega 3 que contiene este alimento ayuda a cuidar la salud del cerebro, al combatir y prevenir problemas como la depresión, el Alzheimer y la demencia. El omega 3 produce neurotransmisores y estos químicos generan serotonina y dopamina, que impactan en el estado de humor.
Brócoli
El brócoli contiene vitamina K, que favorece al estado de la memoria. Además es rico en selenio, un mineral que ayuda a regular la ansiedad, la depresión y la fatiga. Y contiene ácido fólico, que ayuda a retrasar o evitar la aparición del alzhéimer. Aporta vitaminas A, B, minerales y flavonoides.
Semillas de chía
El omega 3 es el responsable de la capacidad de estas semillas para cuidar la salud cerebral. Favorecen el funcionamiento de las neuronas y mejoran la actividad del cerebro. Es considerada la mayor fuente de omega 3 que conseguimos en la naturaleza. Evitan el envejecimiento de los tejidos y mantiene sus funciones por más tiempo.
Chocolate
El chocolate contiene antioxidantes que impiden que el organismo y las células envejezcan prematuramente. También previene el riesgo de las enfermedades del corazón. Es un alimento rico en magnesio, un mineral que contribuye al sistema nervioso. El chocolate favorece la producción de endorfinas, unas sustancias que liberan estrés y que se relacionan con el estado de ánimo. Tiene un gran poder antioxidante y contiene vitamina B, potasio, hierro, calcio y magnesio. Sin embargo, debe ser consumido con moderación.