Trucos para calmar los berrinches de los chicos

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Ser mamá o papá es una profesión de por vida, para la que rara vez estás preparado. Por más que hayas querido tener a ese hijo, hayas estudiado todos los libros de pediatras, tus propios padres te aconsejen y hayas ayudado a criar siete hermanos, ser padre es una aventura, llena de momentos para emocionarse, sonreír, preocuparse, sentirse muy orgulloso… y también, momentos en que querés ponerles alguna maceta de sombrero.

Una de las cosas que menos nos gustan a los padres es que nuestros hijos hagan berrinches. En medio de la calle, de visita o en casa, esos enojos dramáticos nos exasperan. Ni hablar si ya no son bebés y se muestran agresivos. Pero hay solución, solo hay que respirar hondo e intentarlo con la mejor de las energías.

El recurso de dejarlos llorar ignorándolos hasta que parezcan estar a punto de explotar o desmayarse, es antiguo y muy desgastante. Tampoco es aconsejable dejarlos enojarse al punto de que agredan a otras personas o a sí mismos. La próxima pataleta de tu hijo, prueba con estas ideas.

Hazle un chiste.
El humor es una estrategia que siempre funciona, es como cortarle el circuito de pensamiento del enojo y le va a costar volver a encapricharle. Eso sí: tiene que ser un chiste bueno, ¿eh?
Cántale una canción.

Seguramente ya has comprobado como la música ayuda a relajarse, por lo que prueba cantándole una canción que sabes que le gusta justo cuando esté haciendo el berrinche y verás como la música contagia al niño relajándolo y poniéndolo alegre. Si es una canción graciosa y que le recuerda momentos lindos, mejor.

Mantente firme pero sin enojarte.
Recuerda que gritar siempre empeorará las cosas, es por eso que como padres debemos saber poner límites con firmeza sin tener que gritar para decir no, ya que los niños necesitan el apoyo de adultos serenos y seguros de sí mismos.

Abrázalo.
Debe ser un abrazo no forzado, que no parezca que quieres impedir sus movimientos o atraparlo. Es algo que dependerá del niño si acepta o no un abrazo en ese momento. Muchas veces funciona y lentamente se van aflojando.
Dialoga con él.

Algunos niños se tranquilizan cuando comprenden las razones de sus padres para hacer algo que a ellos los enoja.

Hay que hablarle en tono calmo, sereno y amable, no rogarle.

Míralo con amor pero sin dejar de mantenerte firme.

¡Da el ejemplo! Ten en cuenta que el amor no significa que debes ser permisivo, sino poder demostrarle lo mucho que lo quieres y te preocupas por él, debido a que esos límites lo ayudarán a ser un adulto seguro de sí mismo y capaz de enfrentar sus problemas.

Enséñale a respirar profundamente y contar hasta diez.
Debes enseñarle esta asombrosa técnica cuando se encuentre calmado para que en el momento del berrinche al decirle que cuente hasta diez ya sepa lo que tiene que hacer.

Llévalo a dar un paseo.
Cambiar el entorno es una buena estrategia para que se le pase el enojo, por lo que debes llevarlo a un lugar que le guste, como un parque o una plaza con juegos, lo que le ayudará a entretenerse y a descargar las tensiones.

Prevención de enojos
Si le pides que haga algo que no le gusta, como por ejemplo abrigarse, lo mejor es explicarle el por qué de la acción para que comprenda las razones de hacerlo.