Huracanes en el Caribe: Un entrerriano relata lo que vivió en Saint Martin

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Durante estos días fueron muchos los amigos de Ricardo Casanova que siguieron recibiendo mensajes referidos a la catástrofe que representó para la Isla Saint Martin, donde está radicado, el paso del huracán Irma y la tensa espera de otros en las cercanías, sobre todo el bautizado como José.

Esta isla, que fue paradisíaca hasta el paso del huracán, pertenece al norte de América, ubicada en el mar Caribe aproximadamente a 240 km al este de la isla de Puerto Rico. Tiene 87 km2 y una población que apenas supera los 80 mil habitantes.

«Es inimaginable lo que está pasando en la isla? los problemas y vivencias de los muchachos de los barrios más humildes o villas miserias, son mínimos comparado con la psicosis colectiva que se desarrolla día a día. No queda un negocio si ser saqueado, incluso las farmacias y hasta el colmo, uno que vendía cosméticos. Saquear para comer es comprensible, pero esto es inentendible. Es una población librada a lo que venga, la policía está totalmente desbordada, familias que perdieron todo y se sigue sin agua (racionada) ni comida. El gobierno no existe, tendría que solicitar una intervención militar para que se puedan ordenar las cosas. El 80 % del hospital quedó destruido», señaló el entrerriano oriundo de Victoria.

Para ubicarnos, digamos que la isla está dividida en dos partes, una responde a la soberanía francesa y la otra holandesa, cada una tiene gobierno y administración propia. Casanova comentó que en esta última parte, se hicieron cargo las fuerzas armadas para poder ordenar todo el desastre existente y prevenir los saqueos, además decretaron el estado de sitio, nadie podía salir de su casa a una determinada hora. Esto no ocurrió en la parte francesa y hasta esta semana, todas las carencias seguían siendo las mismas.

«Cuando se produjo el pico del huracán con ráfagas cercanas a los 300 Km/hora, la población comenzó a evacuarse a lugares más seguros. La fuerza policial también fue afectada y el lugar donde se depositaba todo el arsenal de armas y municiones fue barrido por el fenómeno climático y prácticamente, los agentes del orden quedaron desarmados», dijo. A su criterio, podría llevar varios años recuperar toda la infraestructura de la isla, que quedó prácticamente destruida.