En el encuentro que transmitió DISCO FM CIEN5 y el Equipo Depordisco, donde la gran ausencia fue la del fútbol, albicelestes liebileños y auriazules sanjosesinos igualaron sin abrir el marcador, resultado que favoreció a la visita que ahora comparte la primera posición en la tabla junto a Santa Rosa que derrotó a Juventud de Caseros. Los locales concluyeron el juego con 10 hombres tras la expulsión de Rubén Fernández a los 42 minutos del complemento.

Los primeros minutos mostraron dos realidades diferentes, por un lado la seguridad auriazul para trasladar el balón y proyectarse hacia adelante abriéndose camino a través del buen fútbol y las entregas claras pero sin demasiada profundidad y por el otro la imprecisión albiceleste al momento de salir desde el fondo, situación que complicaba a los locales que por momentos debían abusar del pase largo intrascendente sin conseguir hacerse del esférico.

El encuentro no era bueno, si bien San José trabajaba el balón correctamente en el medio campo, no generaba situaciones claras, carecía de ideas para avanzar con profundidad, perdiendo la posesión del esférico en los últimos metros rivales.

Liebig continuaba teniendo inconvenientes para manejar fehacientemente el balón, perdiéndolo tras la presión de los volantes centrales sanjosesinos que por momentos mostraban buen juego proyectándose hacia delante con seguridad y generando peligro para la valla defendida por César Cot que estaba teniendo una buena actuación.

Los auriazules estaban mejor ubicados en el campo de juego, sin embargo no encontraban los caminos para llegar con claridad hasta el fondo liebileño y penetrarlo para obtener la apertura del marcador.

El resultado parcial estaba bien, Liebig no consiguió hacerse del balón en el medio campo a causa de la marca ejercida por los volantes centrales sanjosesinos, y solo esporádicamente se volcaba al ataque pero de forma muy desprolija y abusando del pase largo intrascendente. San José mostró algo más de fútbol, presionó bien en el círculo central, ganó el esférico aunque no lo trabajó bien, poseyó momentos de claridad e inteligencia pero no consiguió quebrar la defensa local y cuando consiguió la penetración fracasó en las definiciones.

El complemento arrancó con algo más de emoción que el cierre de la primera parte, si bien ambos planteles mostraban mejor manejo del esférico, con algunas proyecciones claras y buen fútbol, se carecía de la definición en los últimos metros.

Sin embargo, con el correr de los minutos el buen juego inicial fue desvaneciéndose y volvieron a aparecer las imprecisiones, ahora acompañadas por la reiteración de faltas que empañaban aun más el desarrollo del encuentro que de por sí no era del todo bueno y a esto sumada la inestabilidad del campo de juego tornaban un panorama totalmente desalentador para el fútbol en la tarde.

Las incertidumbres y vaguedades continuaron a la orden del día, tanto locales como visitantes estaban demasiado imprecisos con el manejo del balón, no se vislumbraba un dominador claro y la inseguridad se apropió de los planteles que no estaban entregando un buen espectáculo.

Solo por momentos el juego levantaba en intensidad, cuando los sanjosesinos se decidían a trabajar el balón, demostraban que asegurando las entregas eran capaces de avanzar sobre la valla de César Cot, generando situaciones de extremo peligro.

Liebig esperaba firme en el fondo y de contragolpe también dejaba en claro que podía llegar, penetrar y lastimar la defensa auriazul que no lograba repeler los embates liebileños quienes obtenían muy buenas respuestas del guardameta visitante, Nicolás Rudas.

Sobre el final los de “la fábrica” se quedan con 10 hombres al resultar expulsado Rubén Fernández a los 42 minutos.

La igualdad final fue justa, Liebig no mostró buen fútbol, careció de la capacidad para trasladar el balón, fue impreciso, abusó del pase largo intrascendente y solo dependió del contragolpe para intentar sorprender la defensa visitante, penetrándola en ciertas ocasiones pero fracasando en la definición. San José quizás demostró más que los locales, si bien fue claro y seguro en el traslado del esférico en la primera etapa, se desdibujó totalmente en el complemento, cayendo en la desinteligencia futbolística y únicamente en ciertas oportunidades avanzó con peligro sobre la valla albiceleste pero definiendo mal.

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