El noroeste argentino es una región de contrastes sorprendentes que presenta gran biodiversidad y geografía cambiante donde se mezclan naturaleza y aventura con tradición, gastronomía y una riqueza cultural ancestral.

La Ruta de los Valles, Quebradas y Yungas alberga rutas escénicas, senderos, alojamientos con estilo y áreas naturales protegidas como los parques nacionales Los Cardones (Departamento de Cachi, Salta), Calilegua (Libertador Gral. San Martín, Jujuy) y Aconquija (en el oeste de Tucumán), otros más agrestes como Baritú y El Rey (provincia de Salta) y numerosas reservas provinciales y privadas. En muchos sitios se puede realizar trekking, cicloturismo, safaris fotográficos, turismo astronómico, turismo aventura, observación de aves y fauna en general. En todos los destinos es necesario e imperdible disfrutar la gastronomía local, recorrer las bodegas y de la mano de guías locales, conocer la cultura y echar un vistazo a la historia.

Hacia el norte, la Ruta de la Puna, para intrépidos y aventureros, requiere de guías experimentados y cierta preparación física (además de equipamiento y transporte) pero que invita a descubrir algunos de los paisajes más espectaculares de América del Sur. Entre ellos se destacan el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos (noroeste de Jujuy), las Salinas Grandes en Jujuy, formaciones inesperadas como el Cono de Arita, el Desierto del Diablo (Tolar Grande), Salares de Arizaro y Pocitos en Salta, y del Hombre Muerto, salar de Antofalla o el magnífico Campo de Piedra Pómez en Catamarca. La mejor manera de recorrerlos es con la contratación de excursiones que incluyen guías, desde las agencias en las ciudades.