La ducha perfecta no debería exceder nunca los cinco minutos de duración ni los 95 litros para un uso sostenible, tanto del agua como de la energía. Llevado a la práctica, ¿quién cumple con esta recomendación?
A continuación encontrará los errores más comunes que se llevan a cabo en la ducha. Léalos con detenimiento y póngalos en práctica hoy mismo.

Usar agua muy caliente
El agua templada es la mejor opción, porque no reseca la dermis. Se considera agua templada alrededor de los 30 ºC. Por sobre los 38 ºC se considera agua caliente. Además, al subir la temperatura del agua puede quemarse, lo que le generará un gran inconveniente.

Abusar del jabón
Los geles con jabón eliminan el manto ácido de la piel. Se recomienda elegir los productos syndets (tensioactivos de síntesis), que respetan la capa hidrolipídica que recubre la piel. Cuando compre los productos en la farmacia o el supermercado, lea las etiqueta y elija el adecuado para su tipo de piel. Recuerde utilizar solo la cantidad necesaria. Abusar del uso de jabón no es sinónimo de limpieza garantizada.

Bañarse varias veces al día
Ducharse más de una vez al día tampoco es bueno. En el caso que no pueda evitarlo porque su cuerpo lo pide o porque se siente incómodo, intente que la segunda ducha sea lo más rápida posible y sin gel. Programe por anticipado su baño para evitar repetir el proceso varias veces al día.

Utilizar productos excesivamente perfumados
Los perfumes pueden producir alergias o dermatitis en las pieles sensibles. Cuanto más cosmético sea un producto de higiene, mayor riesgo hay de agresión a la piel. Antes de adquirirlos, lea las etiquetas para asegurase que no le harán daño.

No enjuagarse bien
El mínimo resto de gel o jabón que quede en la piel puede provocar dermatitis irritativas. Límpiese bien antes de salir de la ducha. El no quitarse todo el jabón puede ser tan malo como permanecer sucio.

Olvidar la toalla
Solo deje la piel húmeda en el caso que recurra a un aceite hidratante o nutritivo, que se debe extender sobre la piel y permitir que se seque de forma natural. De lo contrario, séquese bien luego del baño para evitar la formación de hongos.

Ignorar las uñas
El cepillo de uñas debe ser un complemento obligatorio en la bañera. Hay que aplicar el gel de ducha en él y frotar bien, tanto en pies como en manos. Intente no compartir este elemento con otras personas.

Usar esponja
Es posible prescindir de la esponja y aplicar el gel con la palma de la mano para asearse la espalda donde se acumulan mayor cantidad de células muertas. La esponja suele recomendarse en personas con lesiones en la piel. Utilice esponjas suaves para no lastimarse.