Hacer deporte regularmente ayuda a mantener los músculos tonificados. No es necesario practicar ejercicios intensos o extenuantes, basta con actividades como yoga, pilates, tai-chi, etc. que estiran y tonifican los músculos de todo el cuerpo.
Calentar antes de hacer ejercicio. También son importantes los estiramientos posteriores.
Si realiza actividades repetitivas por el trabajo o las tareas domésticas, descansar cada cierto tiempo o cambiar de actividad para no sobrecargar siempre los mismos músculos.
Cuidar la forma en que nos sentamos y la altura del monitor al trabajar frente a la computadora. Muchas contracturas se originan en esas malas posturas.
Evitar el estrés: Genera tensión muscular y “posturas defensivas” (encoger los hombros, cerrar el pecho, etc.), que contracturan toda la espalda y el cuello.
Usar una almohada adecuada y evitar ciertas posiciones al dormir (por ejemplo, boca abajo).