La cifosis postural es la curvatura de la columna que produce un arqueamiento de la espalda, generando una postura jorobada. En la mayoría de los casos se debe a las malas posiciones que se adoptan al estar parados o sentados, y puede corregirse con la siguiente rutina de ejercicios:

Pasar ambos brazos por un palo de escoba, de modo que este quede de forma perpendicular a su espalda. Automáticamente adoptará una posición totalmente derecha con el pecho hacia afuera. Caminar de esta forma por unos minutos. Repetir todos los días.

Caminar en línea recta con varios libros sobre la cabeza. La idea de este ejercicio es mantener la espalda bien derecha y recorrer una distancia –por ejemplo, algún pasillo de la casa- sin que se caigan.

Cuando esté sentado, amarrar una chalina o una bufanda entre el respaldo de la silla y usted. Manténgase así por un rato, puede ser mientras come o está frente a la computadora. De esta manera, mantendrá una posición erguida y, con el tiempo, lo hará de forma habitual sin necesidad de recurrir al pañuelo.

Según un estudio de la Universidad de California (Los Ángeles), el yoga es una excelente actividad para la cifosis postural. Quienes lo practicaron durante seis meses observaron una disminución del 5% en la curvatura de la espalda. La postura indicada para estos casos es la del “perro mirando hacia arriba”: Recostado boca abajo, separar los pies unos 30 centímetros. Colocar las manos a ambos lados de la cadera, inhalar y elevar la cabeza junto con el torso, estirando completamente los brazos. Todo el peso del cuerpo debe apoyar sobre las palmas de las manos y los dedos de los pies, mientras que los muslos y las pantorrillas deben estar completamente estirados y los glúteos contraídos. Proyectar el pecho hacia adelante y la cabeza hacia atrás, con la punta de la nariz hacia el techo. Mantener esta postura unos segundos y regresar a la posición inicial.