Calma enfermedades respiratorias: Por su riqueza en mucílagos, sus flores se utilizan para el tratamiento natural de catarros, pecho congestionado, resfríos y tos seca. Es efectiva para eliminar las secreciones mucosas en los pulmones y abrir las vías respiratorias. Puede mezclarse con un poco de eucalipto para mejorar su acción.

Aliada de la piel: También alivia la piel irritada, utilizándose mucho en forma de compresas o cataplasma en caso de forúnculos, llagas, quemaduras y picaduras de insectos.
Combate el estreñimiento: Sus mucílagos tienen efecto emoliente y regulador del intestino.

Además, es efectiva en caso de colon irritado y otras enfermedades inflamatorias intestinales.

Colirio natural: En caso de sequedad ocular, realizar una decocción de 5 gramos de flores y hojas secas de malva en 200 ml de agua, durante 20 minutos. Dejar enfriar y aplicar en forma de compresa con una gasa sobre los ojos.