Pasajeros bajaron a golpes a un depravado de un colectivo

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«Todavía miro el video y tiemblo, siento náuseas», afirmó una joven de 24 años en las primeras líneas de su posteo en Facebook, en el que denunció con un video cómo un pasajero del ramal 13 se masturbaba en el colectivo mientras la miraba. Ese mismo día, luego de que otros pasajeros lo bajaran a golpes del transporte público por su accionar, se lo volvió a cruzar y se escondió en un kiosco por temor a su reacción.

El hecho denunciado ocurrió el domingo, cerca de las 9, en calles Catriel y Doctor Ramón de la capital neuquina, cuando la joven se dirigía a su trabajo en un colectivo del ramal 13.

«Él se subió en el centro, en calle Sarmiento. Apenas se subió, el tipo me clavó la mirada y se sentó en los asientos que estaban al costado mío», relató la joven a LM Neuquén. Así, la mujer resaltó que cada vez que ella levantaba la mirada, el hombre la observaba con «una mirada pervertida» y que esa situación se prolongó durante todo el viaje.

«En un momento decidí mirarlo bien y veo que se estaba masturbando. Se tapaba con una mano, no con el bolso, se le vio el miembro, todo, y cuando me puse a gritar se tapó con el bolso», detalló la víctima del hecho.

Luego, un joven se levantó para ver qué ocurría y dado que nadie llamó a la Policía, decidió filmar al hombre, que para ese entonces era sacado a golpes por otros pasajeros del transporte público.

El hecho sucedió a bordo de un colectivo del ramal 13 el domingo a la mañana. La mujer se lo volvió a cruzar más tarde y se refugió en un kiosco por temor.

«Yo pedía que no lo bajen del colectivo porque era temprano y habían salido muchas chicas del boliche», señaló la mujer, quien horas después, cerca de las 17, se lo volvió a cruzar en Avenida Argentina y San Martín.

«Llevaba unos lentes de sol y una gorra, pero lo identifiqué por el bolso y unos aros. Estaba sentado en la vereda y cuando me reconoció, se levantó violentamente y empecé a correr», recordó la joven, quien encontró refugio en un kiosco cercano.

Ante esa situación, ella llamó a la persona que la estaba esperando para que la buscara en ese lugar y luego le informó lo sucedido a los efectivos policiales que se encontraban cerca del kiosco. «Les mostré el video y me dijeron que vende cosas en el centro», aclaró.

Para finalizar, la joven indicó que viaja todos los días a Neuquén a trabajar y que hará la denuncia correspondiente. «Es obvio que me lo voy a cruzar si sigue andando con total impunidad», sentenció indignada.