En medio de intentos del Gobierno por controlar los precios de la canasta básica de alimentos, se ha anunciado una medida que ha encendido las alarmas en el sector avícola argentino. La rebaja del impuesto PAIS para la importación de productos avícolas. Esta medida ha generado incertidumbre y preocupación entre los industriales de la carne de pollo y huevo.

Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas procesadoras Avícolas (CEPA), expresó su preocupación respecto a esta medida, señalando que «la preocupación radica en que acá se va a importar más pollo para que haya una sobreoferta». Enfatizó que si bien el sector trabaja con costos ajustados, la oferta excesiva podría desequilibrar el mercado local, afectando a los productores argentinos.

El presidente de CEPA destacó que Brasil, un gran actor en el mercado internacional de la carne de pollo, tiene la capacidad de desviar una cantidad considerable de toneladas hacia Argentina sin que sea una medida exorbitante. Sin embargo, advirtió que si estos volúmenes ingresan de forma escalonada y los precios caen, los productores locales se verán afectados.

«Es una medida ingrata para un sector como el nuestro», agregó Domenech, subrayando la complejidad y el tiempo de planificación que requiere la producción avícola. Desde la introducción de las reproductoras hasta la faena de los pollos, el proceso abarca más de dos años de trabajo y planificación constante.

Además, Domenech hizo referencia al desafío que enfrenta el sector avícola argentino con un dólar que, según mencionó, está rezagado frente a las altas tasas de inflación. Esta situación dificulta las exportaciones y favorece las importaciones, creando un escenario desafiante para los productores locales.

En cuanto al mercado de huevos, Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, destacó la preocupación por la importación de huevo fresco, especialmente por cuestiones sanitarias. Señaló que, aunque la importación de huevo en polvo está abierta desde hace tiempo, la llegada de huevos frescos de otros países plantea riesgos para la bioseguridad local.

Prida destacó las diferencias de precios entre Argentina y otros países de la región, señalando que los costos en el extranjero podrían ser superiores. Esto plantea la incógnita sobre el origen de los huevos frescos importados y sus condiciones sanitarias.

«Menos oferta es lo que a nadie le sirve», enfatizó Prida, subrayando la importancia de estimular el crecimiento de la producción local en lugar de depender excesivamente de las importaciones. Instó al Gobierno a establecer un diálogo con el sector avícola para encontrar soluciones que promuevan el desarrollo y la estabilidad del mercado interno.

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